La Guardia Civil ha detenido a tres personas por su implicación en el atraco a una sucursal bancaria en Morata de Tajuña, en el que lograron sustraer 50.000 euros tras amenazar con un arma de fuego a un empleado y retener a un técnico que entró en la entidad durante el asalto.

Los hechos tuvieron lugar cuando dos de los atracadores accedieron al banco disfrazados con gorras, gafas y monos de trabajo. 

Alegaron estar interesados en solicitar un préstamo, pero en cuanto el empleado comenzó a atenderlos, uno de ellos sacó un arma de fuego y le obligó a abrir la caja fuerte. 

Mientras esperaban a que la caja pudiera abrirse, entró en la sucursal un técnico, a quien también retuvieron contra su voluntad.

Tras conseguir el dinero, los asaltantes huyeron en un vehículo de color amarillo que llamó la atención de varios testigos, lo que a la postre fue clave para su posterior detención. 

Gracias a las investigaciones, la Guardia Civil identificó a un tercer implicado, encargado de vigilar el exterior y conducir el vehículo de fuga.

Como parte de la operación «Old School», los agentes realizaron dos registros domiciliarios en Arganda del Rey y Madrid capital, donde lograron recuperar un arma de fuego real, dinero en efectivo y la ropa utilizada en los atracos.

Uno de los detenidos ya se encontraba cumpliendo condena por otro robo con violencia cometido posteriormente en Madrid. 

Finalmente, la autoridad judicial ha decretado el ingreso en prisión de los dos autores materiales del atraco, mientras que el tercer detenido, responsable del robo del vehículo utilizado en la huida, ha quedado en libertad con cargos.