Más de un centenar de Papás Noel viajaron este domingo entre Morata de Tajuña y Arganda del Rey montados en todo tipo de motocicletas. Tras un recorrido por el municipio argandeño, los participantes de la Papanoelada Motera donaron juguetes que Cáritas repartirá esta Navidad entre niños y niñas desfavorecidos.
La carretera entre Morata de Tajuña y Arganda del Rey se llenó de Papás Noel, pero su habitual sonido de carcajada navideña se vio sustituido por el de los rugidos de más de un centenar de motocicletas. Se trata de la ‘Papanoelada Motera’ que reúne cada año a los amantes de las dos ruedas para participar en un acto solidario.
Tras una chocolatada en Morata, los moteros llegaron a Arganda, donde realizaron una ruta por el interior del municipio haciendo sonar sus cláxones y sus motores. Pasadas las 12 del mediodía llegaron a la plaza de la Alegría, donde les aguardaban numerosos vecinos y vecinas.
La plaza se llenó rápidamente de motos de todos los colores y modelos y los amantes de las dos ruedas pararon a descansar tras una mañana de ruta en la que fueron acompañados por el buen tiempo.
«Está claro que los que estamos aquí no necesitamos una excusa para sacar la moto, pero hoy es especial porque yo al menos me siento parte de una comunidad y además ayudo a los niños», explicaba Javi, vecino del municipio al bajarse de su vehículo.
Se refería al acto que puso fin a la papanoelada, por el que la mayoría de participantes se acercaron hasta un trineo instalado en la plaza para depositar en él decenas de juguetes y otros regalos que serán entregados a Cáritas para su distribución entre niños y niñas desfavorecidos.
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