Más de un centenar de fieles acompañaron a la figura de San Roque por las calles de Arganda para mostrar su devoción y celebrar las fiestas del santo. El paso finalizó en la iglesia de San Juan donde se celebró una misa en su honor.
Las fiestas de San Roque en Arganda se acercan a su fin, pero antes de poner el broche final con la última noche de celebraciones, Arganda pudo disfrutar de los actos religiosos relacionados con la festividad: la procesión de San Roque y la solemne Eucaristía.
Como es habitual, la procesión de San Roque partió de la ermita que lleva su nombre y donde descansa la figura del santo. A las 19:30 de la tarde era sacada del templo por los cofrades que, precedidos por la banda, marcaban el paso de la comitiva.
Durante su recorrido a través de la calle Real, decenas de personas se iban sumando al paso, hasta alcanzar la plaza de la Constitución y el gran templo argandeño: la iglesia de San Juan Bautista.
Con gran solemnidad, los cofrades introducían la talla del santo en la iglesia al ritmo del himno de España. Las más de cien personas que dieron forma a la procesión entraban a continuación para asistir a la solemne eucaristía en honor a San Roque.
Tras la misa y como es habitual, la comitiva recorrió el camino inverso para devolver la figura a su ermita, donde aguardará hasta las fiestas del año que viene. Unas fiestas que aún no han terminado.
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“Los jóvenes disfrutan de las fiestas, pero es importante enseñarles también el valor de la tradición”, explicaba Amelia, una vecina que presenció la marcha desde su balcón.
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