El municipio de Arganda del Rey albergará la construcción de un circuito de entrenamiento de dirt track, una modalidad de motociclismo que combina velocidad y habilidad en pistas de tierra.
El proyecto, de iniciativa privada, ya cuenta con la aprobación de la Dirección General de Transición Energética y Economía Circular tras superar el trámite de impacto ambiental.
Así, el circuito ocupará una superficie de 5.787 metros cuadrados dentro de una parcela mayor de 9.800 metros.
La pista, de 655 metros de longitud y una anchura de entre 8 y 15 metros, estará compuesta por una superficie compactada de arena de miga, con curvas suavemente peraltadas para facilitar la conducción.
Contará así mismo con un hangar prefabricado de 165 metros cuadrados para el paddock, dos edificios móviles para oficinas, vestuarios y almacén, así como un aparcamiento con capacidad para 20 vehículos.
Este futuro circuito permitirá un máximo de 12 motocicletas circulando al mismo tiempo en sesiones de entrenamiento de 20 minutos, con horario de funcionamiento de 8:00 a 20:00 horas. Se contempla la posibilidad de realizar exhibiciones nocturnas bajo autorización específica.
El circuito estará situado en las parcelas 46 y 68 del polígono 5, en una zona de uso rústico previamente dedicada al cultivo de vid.
Su proximidad a vías como la R-3 y la M-300 garantiza un acceso eficiente, mientras que la distancia mínima de 1 kilómetro respecto a zonas urbanas minimizaría molestias acústicas a la población.
Impacto ambiental y medidas correctoras
El diseño del proyecto incluye varias iniciativas para reducir su impacto en el entorno, tales como pantallas vegetales mediante una barrera de árboles y arbustos autóctonos (pino piñonero, almendro y retama) que actuará como sumidero de carbono y mejorará la integración paisajística.
Asimismo, se vigilará el control de emisiones, ya que las motocicletas deberán cumplir normativas de emisiones, y se prevé la futura instalación de paneles solares para mejorar la eficiencia energética.
Por otro lado, se habilitarán sistemas impermeabilizados para evitar contaminación del suelo y aguas subterráneas, así como drenajes sostenibles para las aguas pluviales.
El promotor ha implementado medidas para garantizar la compatibilidad del proyecto con el entorno, incluyendo un programa de vigilancia ambiental que supervisará ruido, emisiones y posibles impactos residuales, según recoge el informe de Impacto Ambiental al que ha tenido acceso Diario de Arganda.
El plazo estimado de ejecución del proyecto es de un mes.
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