La Comunidad de Madrid ha sacado a licitación este jueves, 12 de septiembre, por segunda vez, el contrato de redacción del proyecto de construcción de la estación de la línea 9B de Metro de Madrid entre Los Ahijones y Los Berrocales. El pliego reitera que el proyecto “deberá poder modificar el sistema de explotación permitiendo la ruptura del servicio que actualmente se realiza en la estación de Puerta de Arganda“, lo que provocó que la licitación acabara en los tribunales en el mes de febrero.

El contrato se ha presupuestado en 352.717,37 euros y tiene un tiempo para su desarrollo de 14 meses desde la adjudicación del mismo. Según el pliego de prescripciones técnicas, consultado por Diario de Arganda, el objetivo es crear la documentación para la licitación de las obras relativas a una nueva estación de Metro en superficie de la línea 9 entre los desarrollos de Los Ahijones y Los Berrocales. Debe contemplar la ejecución de este apeadero y las infraestructuras necesarias asociadas a él.

El contrato se centra en tres ejes fundamentales: la conectividad, la sostenibilidad y la explotación.

El diseño deberá permitir el acceso desde ambos desarrollos, planteando la creación de un paso elevado de la Gran Vía del Sureste, por donde circulará un autobús de uso prioritario (BRT) que tendrá parada en este punto. De tal modo, la Consejería de Transportes denomina al ámbito como un ‘intercambiador’, que deberá estar integrado en el entorno, dando viabilidad a la red viaria y a los elementos urbanos estanciales y de tránsito. Se trataría del área intermodal central de las tres que albergará la Gran Vía del Sureste en su recorrido (las otras dos estarán ubicadas en El Cañaveral y en Valdecarros, como ya avanzó el Ayuntamiento de Madrid en el mes de julio al presentar la infografía de dicha vía).

Infraestructura alejada

“(La parada) debe ser diseñada con el objeto de convertirse en un intercambiador de transporte colectivo para las áreas residenciales y terciarias de los nuevos desarrollos, ya que debido a la escasa cobertura de esta estación, se deberían tratar de potenciar al máximo sus condiciones de intermodalidad”, reza el documento, que reconoce que se trata de una infraestructura “muy alejada de las ubicaciones previstas para la población y el empleo de los nuevos desarrollos”.

En ese sentido, plantea que tenga conectividad peatonal a través de itinerarios cortos y accesibles a pie. Asimismo, también tendrá acceso ciclista (a través de la red ciclable urbana y las ecovías), en autobús (incluyendo el BRT) y en vehículo privado, para el que contempla una reserva de suelo en la que ubicar un aparcamiento disuasorio.

Respecto a la sostenibilidad, una de las intenciones del contrato es crear una infraestructura con consumo eficiente que permita conseguir un abastecimiento de energía sostenible, y reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Los redactores del pliego hacen hincapié en que deberá tener en consideración el proyecto del Bosque Metropolitano de Madrid para promover su integración urbana, coordinándose con dicha iniciativa municipal habida cuenta de “la transición de los nuevos desarrollos urbanísticos al suelo rural y la integración social de la población marginal arraigada en este entorno” (en referencia al Plan de la Cañada, suscrito en marzo).

Ruptura del servicio

No obstante, es su efecto en la explotación del servicio donde el pliego plantea una actuación más intensa. La Consejería de Transportes licitó en el mes de enero de 2024 este mismo contrato con la intención de iniciar las obras en 2027, cuando llegasen los primeros vecinos de Los Ahijones y estuviera en fase de término la segunda etapa de urbanización de Los Berrocales, las más cercanas a la infraestructura. La fecha de finalización que preveía la administración era 2029.

El anuncio de licitación resultó muy polémico porque el pliego de prescripciones técnicas del proyecto ponía de manifiesto que el nuevo apeadero “deberá poder modificar el sistema de explotación permitiendo la ruptura del servicio que actualmente se realiza en la estación de Puerta del Arganda” (como ya contemplaban los estudios para una estrategia de transporte público en el sureste de Madrid realizados para el Consorcio de Transportes por la consultora TRN Taryet de 2022). Es decir, suponía, de algún modo, el traslado de la cabecera de línea 9B, explotada por la concesionaria privada Transportes Ferroviarios de Madrid, o la eliminación de este sistema de gestión del ferrocarril metropolitano en este tramo de la línea.

Concurso desierto

El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid presentó el 7 de febrero, en respuesta a una información publicada por Diario de Rivas, un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) por la licitación. Consideraba que deterioraba el servicio de transporte público que presta el ferrocarril metropolitano a la ciudadanía ripense. El recurso fue admitido a trámite. En paralelo, el consejero de Transportes, Jorge Rodrigo, anunció, después de estudiar la situación, que la Comunidad recuperaría la concesión de la línea 9B (explotada entre Puerta de Arganda y Arganda del Rey por la concesionaria privada Transportes Ferroviarios de Madrid) cuando se extinguiera el contrato en vigor, fechado su fin en 2029. Finalmente, el concurso quedó desierto.

Según el epígrafe de las condiciones de funcionalidad del nuevo pliego, la nueva estación “deberá poder modificar el sistema de explotación permitiendo la ruptura del servicio que actualmente se realiza en la estación de Puerta de Arganda”. El planteamiento repite palabra por palabra lo defendido en el mes de enero.