Este lunes han comenzado los trabajos para la construcción del nuevo intercambiador de transporte de Conde de Casal que se prolongarán durante los dos próximos años, provocando cambios en la parada final de las distintas líneas de autobús que conectan Arganda con la capital.
La mañana de este 17 de febrero, cientos de viajeros procedentes de Arganda han podido observar cómo sus autobuses entraban en Madrid por Moratalaz, en lugar hacerlo por Conde de Casal. A muchos de ellos, les ha pillado completamente por sorpresa.
“Nos ha sorprendido a todos y ahora tengo como 15 o 20 minutos más hasta el trabajo, ya he llamado para avisar que hoy llego tarde”, explicaba Sergio tras bajarse del 312 en la nueva cabecera de la línea: la estación de Pavones.
Para evitar esta confusión inicial, Alsa ha dispuesto un servicio de información en la nueva cabecera con numerosos trabajadores informando a los viajeros tanto en las nuevas marquesinas, como en la salida de la parada de de metro. Sin embargo, en Conde de Casal, han sido numerosos los usuarios que han esperado a lo largo de la mañana que un autobús les acercara a Arganda, Rivas u otros municipios del eje de la A-3. Estos viajeros han mostrado indignación al enterarse de que el vehículo que esperaban no iba a llegar.
«Esto está mal, tendrían que haberlo hecho de otra manera. Esto es la cabecera principal, no entiendo que no haya nadie informando», explicaba María José, mientras esperaba la llegada de un taxi.
En Pavones, la mayoría de los viajeros procedentes de Arganda han mostrado su descontento con el lugar escogido para la nueva cabecera. «Esto lo que hace es alejarnos del centro, ahora voy a tardar 15 minutos más en llegar cada día y hoy voy tarde», aseguraba un usuario sin detenerse en su camino hacia la parada del metro.
En este emplazamiento se han dispuesto marquesinas a lo largo de la calle de la Fuente Carrantona tanto para la salida como para la llegada de peatones.
«Habrá que aguantar lo que sea hasta que terminen las obras, porque son necesarias, pero mientras tanto…», se lamentaba Celia, vecina de Morata.
Mientras, en la línea 9 de metro, a pesar de ser lunes, un día en el que habitualmente se registran menos viajeros, estos cuentan que se ha notado una mayor afluencia de pasajeros. “Hoy no se podía ni respirar desde Puerta de Arganda y no había avería ni nada», afirma María tras coger el Metro en torno a las 8 de la mañana.
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