El local perteneciente a la parroquia de San Juan Bautista de Arganda del Rey donde se imparten los cursos de catequesis fue objeto de un robo en la noche del pasado viernes, según ha podido saber Diario de Arganda y han confirmado fuentes de la Guardia Civil.
El local, situado en la calle La Paloma y que alberga el centro parroquial, pertenece a la Diócesis de Alcalá de Henares y venía siendo utilizado, entre otras cuestiones, para impartir catequesis a los pequeños de la parroquia de San Juan, ubicada en la plaza de la Constitución de la localidad.
Tal y como ha confirmado a este diario digital el párroco, don Esteban Castell, las personas que robaron en este local accedieron por el tejado y rompieron parte del pladur para poder entrar en el inmueble.
Una vez dentro, fueron directos al despacho de los catequistas buscando dinero en efectivo y llevándose una cantidad aún por determinar pero que, según Castell, no es muy elevada.
En este primer asalto, los ladrones no realizaron importantes desperfectos, según recalca el párroco, si bien cometieron el error de dejarse en el interior del inmueble un teléfono móvil que fue requisado por la Guardia Civil.
El domingo por la mañana, una catequista acudió al local y se encontró con que no podía abrir la puerta, detectando a su vez una de las persianas del inmueble abierta, por lo que en un primer momento se llegó a sospechar de un intento de ocupación.
Tras romper el cristal de la puerta para poder abrirla, ya que había sido bloqueada, los agentes de la Guardia Civil no encontraron a nadie en el interior, por lo que se sospecha que los cacos volvieron a entrar buscando precisamente el teléfono móvil.
Este hecho ha provocado que se vean afectadas las clases de catequesis que se vienen impartiendo en el centro parroquial y que la parroquia haya decidido reforzar la seguridad instalando una alarma.
Los niños y niñas que asisten a estos cursos serán realojados durante esta semana en la propia iglesia para poder continuar con los mismos.
Al parecer, recientemente se produjo un intento de ocupación en un inmueble colindante a este, lo que obligó a la propiedad a instalar una alarma para evitar males mayores.
En este país sale demasiado barato delinquir y así nos va .entre unos y otros cada día mejor.