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Vendimia 2022 en Arganda (foto Diario de Arganda)

Foto Diario de Arganda

Las olas de calor registradas de forma consecutiva en la región durante este verano han provocado una situación nunca antes vista en la historia de la vitivinicultura argandeña: la recogida de la uva tinta de la variedad tempranillo durante el mes de agosto.

Las elevadas temperaturas, especialmente en la franja nocturna con el mercurio llegando a rondar los 35-40 grados, han afectado notablemente a las cepas, que ante la falta de agua y al intenso calor han respondido con un fruto más pequeño del habitual, aunque de mayor calidad.

Cipri Guillén, portavoz de la Cooperativa Vinícola de Arganda, ha explicado esta situación en declaraciones a Diario de Arganda. “Por primera vez en la historia, se ha recogido en Arganda la variedad de tempranillo en el mes de agosto, algo que no había sucedido nunca. Sí ha ocurrido con la variedad syrah, que es una variedad que ya de por sí va adelantada, pero este año tanto syrah como tempranillo han ido de la mano, y tuvimos que empezar el 24 de agosto”, señala.

Todo ello se debe a que, aunque las plantas “se adaptan a la sequía y saben sufrirla”, desde la Cooperativa se han percatado de que “hay algo que las está matando, y son las olas de calor”. “Una cosa es que haya sequía y la cepa no tenga agua y otra cosa es tener olas de calor con temperaturas nocturnas de entre 35 y 40 grados, y eso prolongado durante varios días, y una ola tras otra de forma consecutiva”, analiza Guillén.

Vendimia 2021 en Arganda (foto: @Diario de Arganda)

(foto: @Diario de Arganda)

De este modo, y pese a que las cepas son de secano, “el extremo calor ha llevado a que las plantas nos hayan engañado, porque parecía que tenían producción con unos 8-10 racimos por cepa, que a medio kilo por racimo ya te da 5 o 6 kilos de uva por cepa. Pero esos racimos no han pesado medio kilo este año, han pesado 100 o 200 gramos, porque las uvas han sido muy pequeñas, no han tenido agua, todo lo que tenían era azúcar y no han engordado”.

Al no engordar, según Guillén, “no dan peso y se rompe la balanza, en el sentido de que la calidad se va a disparar porque los aromas del mosto ya estamos notando en bodega que son impresionantes y puede que sea una de las mejores añadas de la bodega, pero a su vez es una de las peores en producción” sin que se haya dado una circunstancia climática adversa en concreto, más allá del intenso calor.

Cambio en los vinos en 10 años

La situación, que se viene repitiendo en los últimos veranos puede provocar, en opinión de los expertos de la Cooperativa, un cambio en los vinos en unos 10 años.

“Es posible que de aquí a 10 años los vinos cambien, porque cambien las plantas, su calidad. Se producen cambios en el sabor, el color, el aroma.. porque la planta no te da lo que te daba antes, te está dando más acidez, más azúcar, menos PH… La planta corrige su forma de vida en función de la climatología, y si corrige su forma de vida corrige sus frutos, de manera que si corrige sus frutos se corrigen los vinos”, detalla Cipri Guillén.

Este cambio “puede ser bueno o no, no sabemos cómo pueden cambiar”. “De momento estamos cambiando a unos vinos mejores, pero la pregunta es cuánto tiempo se pueden mantener unos vinos de más calidad cuando las producciones son cada vez más escasas. La gente no sabemos si seguirá produciendo estos vinos si no le es rentable”, aduce.

De momento, las perspectivas con esta añada son buenas en cuanto a calidad de los caldos obtenidos de esta vendimia anticipada, aunque se haya recogido aproximadamente un 50% menos de uva que el año anterior, una tendencia que se viene arrastrando en los últimos años y para la que Cipri Guillén sólo encuentra una explicación.

“Personalmente, creo que desde Filomena la agricultura no ha vuelto a ser igual. Los cereales no van, las olivas están quemadas, los viñedos con bajas producciones… desde Filomena no tenemos producciones normales nunca. El año pasado el aceite también fue un desastre y el cereal un medio desastre”, confiesa.

En las próximas semanas se llevará a cabo la recogida de la uva blanca, aunque las expectativas son similares. “La uva blanca aún no está en su punto de maduración, pero lleva el mismo camino. Lo que ocurre es que la blanca es importante, pero con el tinto haces el crianza, reserva, syrah, joven, joven roble… y con el blanco haces ‘Silencios’ y ‘En tu mirada’. El meollo está en el tinto”, apostilla Guillén.

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