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OPINIÓN

Cristina Miguel

Cristina Miguel

Portavoz de Ciudadanos

El PP de Arganda está realizando denodados esfuerzos por destruir al Grupo Municipal de Ciudadanos en Arganda, recurriendo a la difamación y no dudando en traspasar las líneas rojas del respeto institucional y personal.

En el último pleno lanzó el bulo en redes, convenientemente divulgado por sus trolls, de que queríamos cambiar el nombre a la Casa del Rey cuando en realidad lo que hemos propuesto, y queda atestiguado en la moción y en la grabación de vídeo de ese pleno, es que al proyectado Centro Cultural con sede en la Casa del Rey, que no cambiará su nombre, se le otorgue la denominación de Elvira o Leonor de Cortinas, dentro de las acciones que hemos impulsado para promover la cultura y la tradición de una Arganda cervantina.

De estas artimañas ya hizo gala el PP en la anterior legislatura divulgando el bulo de que el Ayuntamiento había eliminado la corona del escudo de nuestra ciudad, falsa polémica que quedó en nada.

Además, en el mismo pleno, la portavoz del PP realizó un lamentable comentario sobre mi posición en las listas a la Comunidad de Madrid y en el colmo de la inquina llegó a mofarse de Ciudadanos Arganda, diciendo que solo nos quedaba que el señor Hita nos acogiese en su seno.

Esta forma de hacer política obedece al afán de enaltecimiento de la propia marca y a su nulo interés por hacer política útil para los argandeños. El afán fagocitador del PP de Arganda, promovido desde Madrid ante las próximas elecciones, obedece exclusivamente a una campaña de desprestigio institucional y personal contra nuestro Grupo Municipal con el único objetivo de sacar réditos electorales.

Ante estas prácticas deplorables, Ciudadanos Arganda seguirá respondiendo como sabe: con trabajo y compromiso con nuestros vecinos, en la búsqueda de propuestas que mejoren su calidad de vida.

En política, aunque algunos no lo sepan, se puede ganar sin malas artes y, llegado el caso, se puede perder de forma digna, pero los prepotentes suelen recibir lecciones inolvidables de humildad.

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