Durante el Pleno municipal de este miércoles, la concejala socialista María Jesús Ruiz de Gauna ha preguntado al Gobierno local por la situación de un local okupado en la calle Juan de la Cierva, que —según señaló— está generando inquietud vecinal.
«Quería preguntar y que nos dieran información sobre ese local ocupado que está en la calle Juan de la Cierva, que está creando cierto temor entre los vecinos. Sabemos que ya hace unos meses hubo también una intervención de la Policía Nacional donde encontraron a personas que pertenecían a la banda Blood y queríamos saber qué es lo que está pasando», ha indicado Ruiz de Gauna.
«Sabemos que es una situación difícil, porque nosotros también la pasamos cuando estábamos gobernando, pero sí queremos saber qué está haciendo el Ayuntamiento y qué está pasando con esas personas que se encuentran dentro de ese local», ha agregado.
En respuesta, el alcalde de la localidad, Alberto Escribano, ha calificado la situación como «una vergüenza» y ha criticado la falta de herramientas legales para intervenir.
«Es una vergüenza que tengamos que tener un local ocupado por personas que están delinquiendo y que no se pueda hacer nada», ha espetado.
Escribano ha recalcado que el Ayuntamiento «habla con Policía Local y con Guardia Civil» y que «la Policía Local tiene la orden de filiar a todo el mundo que entre y salga de ese local».
Sin embargo, denuncia que, pese a conocer sus actividades, «no se puede hacer absolutamente nada» legalmente: «Se los llevan al juzgado y al día siguiente están otra vez en ese local», subraya.
«A pesar de que han robado, a pesar de que han atracado comercios, han robado y han pegado a gente en la calle, es una vergüenza que la ley no permita hacer absolutamente nada con esa gente», ha remarcado.
Sobre el uso del local, señala que los okupas «no quieren una vivienda, lo que quieren es un local que dicen que han convertido en vivienda para qué, para trapichear o para hacer lo que quieran».
Por último, ha pedido «a quien tenga que tomar medidas que por favor las tome».
En paralelo, Diario de Arganda ha recogido testimonios de comerciantes próximos al local, quienes han confirmado la presencia habitual de jóvenes, «muchos de ellos menores de edad».
Según estos testimonios, los jóvenes «fuman cannabis, ponen la música alta alguna vez, pero no hemos percibido nada más».
Sobre la seguridad, los comercios indican que «no han detectado ningún problema», que no ha habido robos en sus locales ni han presenciado agresiones o peleas en la calle.
No obstante, sí mencionan «una persecución a uno de ellos» tras un reciente despliegue policial, del que «se comenta que pudo cometer un robo en un comercio cercano».
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