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Vecinos y comerciantes retiran granizo de un local del centro urbano. (Foto: Comunidad de Madrid).

Ya ha pasado un año desde que Arganda del Rey protagonizara uno de los episodios más trágicos de su historia. La DANA que azotó a toda la población de este municipio del sureste de la Comunidad de Madrid cumple un año y en Diario de Arganda hemos querido hablar con vecinos y empresarias de la localidad para ver cómo hicieron frente al difícil panorama que dejó la tormenta del pasado 26 de agosto y cómo se armaron de valor para luchar contra la segunda riada, ocurrida el 15 de septiembre.

Los estragos de las dos trombas de agua caídas en el municipio, generadas por la DANA (Depresión Aislada en niveles Altos), provocaron numerosas pérdidas. Estas tormentas dejaron anegadas fincas y cosechas de los campos de Arganda. La circulación de metro, trenes y vehículos también quedó interrumpida durante varias horas. Los desperfectos también se produjeron en infraestructuras y carreteras, como el que provocó el cierre durante casi nueve meses de la rotonda que se encuentra en la confluencia de la avenida de Valdearganda y la calle San Sebastián.

Finca ubicada en Arganda del Rey, tras las riadas del pasado verano. (Foto: Sol Salcedo).

Las pérdidas más importantes se dieron en viviendas y comercios del centro urbano y de diversos barrios de la localidad. Este fue el caso de Paloma, una vecina de la localidad que no daba crédito a lo que vieron sus ojos al abrir su negocio, una tienda de moda infantil situada en la Plaza de la Constitución. Su local fue uno de los más afectados de todo el municipio en la segunda riada que llegó a Arganda, la que se produjo el 15 de septiembre, al ocaso de las Fiestas Patronales.

“Lo recuerdo como un shock, abrí las cortinas azules y vi el panorama… toda la tienda arrasada, el género amontonado y lleno de barro. Fue muy duro”, relata la dueña de ‘Daditos Moda Infantil – La Parejita’.

Uno de los comercios más afectados por las riadas de septiembre de 2019. (Foto: Laura del Campo).

Sin embargo, esta empresaria salió adelante, sacó fuerzas y consiguió reabrir su negocio. Tomó la decisión de mudarse y alquilar otro local, también en el centro urbano (ya que el dueño de las instalaciones que quedaron devastadas no quería arreglarlo, según cuenta a Diario de Arganda). El ‘nuevo’ Daditos, en el número 12 de la calle Juan de la Cierva, conserva la clientela de siempre e incluso recibe más visitas que en su anterior ubicación.

Paloma, como muchas emprendedoras argandeñas, ha solicitado las ayudas municipales de la DANA y está “pendiente” de que se las concedan. “Tuve que empezar de cero, y eso costó mucho dinero”, asegura. No obstante, se muestra optimista y contenta del cambio que ha protagonizado su tienda, renovada y más acogedora.

Una capa de 40 centímetros de granizo

La tormenta del pasado 26 de agosto descargó sobre Arganda 48 litros de agua por metro cuadrado, y llegó acompañada de una granizada impresionante. Cuando Antonio entró en su oficina y vio el destrozo que había dejado la borrasca, no se lo podía creer. Durante aquella tarde, el principal objetivo era sacar la capa de 40 centímetros de granizo que se había colado por la puerta y que ponía en peligro los ordenadores, equipos electrónicos y toda la documentación del local.

“Una cosa que me sorprendió muchísimo fue la ayuda de los vecinos de la zona, a los que ni siquiera conocíamos. Se pusieron a trabajar con nosotros. También vi a mi equipo, vinieron trabajadores de todas las oficinas. Cuando les vi allí a todos paleando, hubo un momento en el que se me saltaron las lágrimas. Me emocionó mucho ver a todo el mundo arrimando el hombro. Estuvimos hasta las tantas de la noche”, recuerda Antonio Sánchez, gerente de Vilsa Grupo Inmobiliario.

Al día siguiente, el panorama en las calles era desolador. La riada de agosto dejó destrozos importantes en muchos comercios de la localidad, que no pudieron abrir hasta semanas más tarde. Para colmo, veinte días después llegó la segunda tromba de agua, cuando se registraron 35 litros de agua por metro cuadrado. En esta ocasión, las pérdidas fueron mayores para Vilsa. “El problema de la riada de septiembre es que era agua con barro que se coló por todos los sitios y no había manera de sacarlo. Se perdió muchísima documentación archivada. No podía creer que nos pasara lo mismo otra vez y en tan poco tiempo”, asegura Antonio a Diario de Arganda.

Local de Vilsa Grupo Inmobiliario, tras la riada del pasado 26 de agosto. (Foto: Vilsa).

La compañía inmobiliaria se da por “satisfecha” por las ayudas recibidas del Consorcio de Compensación de Seguros, e indica que aún no ha recibido las ayudas municipales anunciadas por el Ayuntamiento para paliar los desperfectos de las riadas. En definitiva, si echa la vista atrás, Antonio recuerda este episodio como un momento muy duro y crítico pero también como una experiencia enriquecedora y gratificante por la capacidad de respuesta tanto del equipo de profesionales como de los vecinos y vecinas de alrededores. Ese día se desplomó el cielo justo en esa zona y ya está.

Los vecinos, en “alerta” por si las inundaciones se repiten

La ciudadanía también sufrió los estragos de la borrasca en sus viviendas. En el barrio de Los Villares, uno de los más afectados, la DANA provocó daños en los garajes y accesos a pie de calle. “El granizo llegó a 1,80 metros dentro de nuestra vivienda. Tuvimos que tirar muros de carga porque la presión del granizo hizo que reventaran”, relata un vecino de la zona, añadiendo que el Ayuntamiento tuvo que “tirar” la puerta de su garaje con una excavadora porque era imposible acceder a la vivienda.

A otra vecina de este barrio la tormenta le dejó inundado un sótano que tenía en la planta baja. “Se inundó entero, el agua salía por la taza del váter”, nos cuenta. Además, afirma que en el vecindario están alerta por si la situación se repite y admite que aún sienten “miedo” cada vez que llueve.

Una de las viviendas de Los Villares con mobiliario y bicicletas llenas de barro.

Estos vecinos también recibieron la compensación del Consorcio de Seguros pero, de momento, no han recibido contestación sobre las ayudas municipales del Ayuntamiento, dotadas según el Gobierno local con más de medio millón de euros.

En una situación parecida se encuentran los vecinos y vecinas del número 3 de la calle Misericordia, en Arganda. La gota fría hizo que se les inundara el garaje y se rompiera la puerta de acceso. «El seguro dijo que no se hacía cargo, pero el Consorcio sí. Pagó unos 6.000 euros y nosotros habíamos pasado un presupuesto de unos 30.000 euros por los daños sufridos», informa Jesús Soriano, presidente de la mancomunidad de propietarios de la calle Misericordia 3, con 24 vecinos y 15 locales comerciales. 

Respecto a las ayudas, Soriano asegura como presidente que la mancomunidad las ha solicitado y para su «sorpresa» han sido rechazadas todas las que presentaron, aunque el listado publicado es todavía provisional. «Hemos pedido al Ayuntamiento que haga una obra para evitar que el agua se desvíe hacia nuestro garaje. Estamos a la espera de que resuelvan las ayudas y que se dignen a hacer las obras. Las pérdidas se cifran en alrededor de 130.00 euros, porque hubo entre ocho y diez siniestros totales. Los vecinos no podemos abordar todas esas reparaciones», explica el presidente.

Por otro lado, el alcalde de Arganda del Rey, Guillermo Hita, ha recordado este martes el aniversario de las primeras inundaciones que “asolaron” al municipio el pasado verano, destacando las “escenas de solidaridad” entre la ciudadanía. “Trabajaremos para minimizar el riesgo de que esto ocurra”, ha asegurado el regidor.

Por su parte, el Partido Popular de Arganda del Rey ha publicado un comunicado en este primer aniversario en el que considera que el Ayuntamiento ha optado porque “los vecinos paguen directamente” las obras del Canal de Isabel II para construir un nuevo colector y evitar riadas cuando se producen lluvias torrenciales, añadiendo “una cuota suplementaria en el recibo del agua durante los próximos 30 años”. Por ello, apuntan que “los argandeños pagan tres veces: la primera, con los daños y pérdidas sufridos por las inundaciones agravadas por el mal funcionamiento del servicio municipal; la segunda, por los impuestos establecidos; y la tercera, con una nueva tasa, como si la responsabilidad por la inundación fuese achacable a los vecinos”, concluyen en su nota.

Más de 4 millones de euros para el sureste de la región

Por otro, la Comunidad de Madrid ha anunciado esta semana que destinará más de 4 millones de euros en Arganda, Campo Real, Carabaña y otras trece localidades del sur y sureste de la región para que sufraguen las reparaciones ocasionadas por la DANA durante agosto del año pasado.

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