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Pablo Rodríguez Sardinero

Pablo Rodríguez Sardinero (©Diario de Arganda)

Pablo Rodríguez Sardinero es el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Arganda del Rey, ciudad de la que fue alcalde entre 2009 y 2015. Durante la pasada legislatura, ejerció como director general de Transportes de la Comunidad de Madrid. En esta entrevista, Rodríguez analiza la actualidad del municipio para Diario de Arganda, que emprende —tras la entrevista con el alcalde, Guillermo Hita— una ronda de encuentros con los portavoces de los distintos grupos políticos del Ayuntamiento de la ciudad.

Usted fue alcalde de Arganda del Rey de 1999 a 2015. ¿Qué recuerdo guarda de aquella etapa?

Accedí a la alcaldía tras el cese de otro alcalde del Partido Popular tras un asunto turbio. Durante los seis años de mi gobierno hubo una situación muy dura de crisis económica, política y en las administraciones públicas, que se extendió a todos los municipios. Recuerdo la preocupación por la subida del IBI, que impuso el Gobierno de la nación como una de las medidas necesarias tras ver que los presupuestos del Gobierno de Zapatero a la UE no habían sido adecuados a la situación. Y yo recuerdo con bastante dureza cómo las familias vieron mermada su economía por el desempleo masivo. Arganda contaba con un polígono industrial al que la crisis azotó bastante, con pérdida de empleo y cierre de empresas, y eso añadido a la subida del IBI afectó mucho al municipio. Recuerdo cómo venían empresarios y familias llorando al Ayuntamiento y solicitando una solución a su problema; solución que les dimos. Creamos unas ayudas directas al IBI para aquellas personas que tenían una economía más mermada; no solo se facilitaba el fraccionamiento de este impuesto, ya iniciado por el Partido Popular años atrás, sino que se creó una subvención para ayudar a ese pago. En aquella legislatura se produjeron bastantes desahucios y creamos un observatorio transversal. Paramos todos los desahucios hipotecarios mediante un acuerdo con los jueces de Arganda; el nuevo observatorio valoraba su necesidad y, a través del departamento de empleo de Arganda, estudiábamos la posibilidad de apoyarles. Además se hizo el plan de empleo, por el que cien personas argandeñas en situación de dificultad pudieron trabajar a lo largo del año. Y muchas de esas personas que no podían acceder a ninguna ayuda, en estos seis meses les dábamos la posibilidad de incorporarse a la Renta Mínima de Inserción (RMI), y muchos lograron encontrar un trabajo en el ámbito privado. Con todo, encontrábamos situaciones calamitosas. Incluso los ayuntamientos estábamos en situación de morosidad; habíamos hecho muchas infraestructuras durante la época de crecimiento y muchas facturas se solucionaron con los créditos ICO del Gobierno de Mariano Rajoy, que fueron una bendición que vino a solventar y a regularizar la situación de los ayuntamientos; pero veíamos a muchos empresarios en situación muy calamitosa. Los seis años en los que estuve al frente del Ayuntamiento se mantuvo una situación en la que ningún alcalde se querría ver. Los alcaldes solemos querer hacer obras y mejoras en los municipios, pero en una situación de estas características tuvimos que solucionar las cuentas, que no se presentaban en este municipio desde 1991; es decir, no solo no se presentaban cuentas con Gobiernos del Partido Popular, sino también de otros signos políticos. Mi gobierno presentó las primeras cuentas, salimos de esa situación, solicitamos a la Cámara de Cuentas que hiciera una auditoría del Ayuntamiento y de la empresa municipal para determinar en qué situación estábamos. Y a pesar de eso tuvimos la oportunidad de hacer cosas para los vecinos.

¿Qué otras medidas adoptó durante su mandato?

Creamos las ayudas para educación, que han sido un éxito y mantiene el actual gobierno; creamos el plan de empleo, que también se mantienen; las ayudas al IBI, que también se mantienen; trabajamos e hicimos inversiones por más de dos millones de euros con fondos europeos, como el Cerro del Melero; restauramos la torre telegráfica, la Casa del Rey, la Laguna de las Madres, que actualmente es una de las banderas que se muestran en Fitur; y me siento muy orgulloso de ello. Hicimos el observatorio para ayudar a quienes estaban en situación de falta de vivienda. En materia de infraestructuras, hicimos la instalación deportiva Alberto Herreros; instalaciones deportivas abiertas en barrios, algunos parques nuevos, como el parque situado bajo la ciudad deportiva de fútbol; hicimos la ampliación del Estadio Municipal de Fútbol; bastantes parques infantiles; el CRIA; el Antonio Mingote… A pesar de la situación de crisis, hubo una inversión potente con financiación del Estado, de la Comunidad de Madrid, de Europa y del propio ayuntamiento para que Arganda fuera una ciudad activa. También invertimos en el Museo del Tren, en La Poveda. Trabajamos en el ámbito de la cultura y de paliar la crisis y el desempleo, cuyo impacto sufrimos especialmente por contar con el segundo polígono industrial más importante de la Comunidad de Madrid. De hecho, hay numerosas empresas familiares que cerraron en aquella época y no han vuelto a abrir.

A día de hoy, ¿se ha recuperado Arganda de aquel golpe?

La recuperación ha sido lenta. Había familias con cuatro miembros en desempleo; con nuestro plan de empleo conseguimos que en lugar de cuatro fueran tres; luego eran dos, porque quien pasó por ese plan había conseguido empleo en el sector privado y otra persona se incorporaba al plan de empleo… Además el perfil coincidía con la clase media, familias en las que quedarse en paro suponía la aparición de los impagos y en algunos casos el desahucio. En Arganda no se han producido desahucios hipotecarios de forma masiva. Hicimos un protocolo, logramos que la gente hablara con el asistente social y se les ayudó, y de eso me siento orgulloso. Y luego me siento orgulloso de la llamada unidad de ejecución 124. Yo como alcalde me encontré con que esa zona, que estaba cerca del Metro, no estaba urbanizada, y con 65 vecinos que se quedaban sin vivienda. Fue una lucha intensa para que la empresa, que estaba en concurso de acreedores, finalizara las obras de urbanización y se comprometiera y ejecutara el edificio, que en este caso era permutar su vivienda por una vivienda nueva. Es decir, viviendas de los años 70 se permutaron por viviendas del siglo XXI, y ese proyecto se pudo ejecutar. De eso también me siento muy orgulloso. Incluso, además de que se quedaban sin vivienda, tenían que pagar  plusvalías de entre 6.000 y 12.000 euros, según la ley. Yo firmé un documento, sin autoridad funcionarial que me acompañara, avalando que no pagaran, porque yo entendía que era injusto que esas personas tuvieran que pagar. Lo hice enfrentándome al propio funcionariado, para que eso no sucediera, y no sucedió al final. Estamos hablando de 65 personas muy humildes y mayores, que en algún caso no han podido disfrutar de esa permuta por haber fallecido antes. Fue una situación complicadísima, en la que tuve que ir al juzgado de lo mercantil, para que facilitara a esos vecinos de Arganda el acceso a un crédito preferente. Estoy muy satisfecho de eso.

Pablo Rodríguez Sardinero

Pablo Rodríguez Sardinero (©Diario de Arganda)

Uno de los asuntos que tiene Arganda por delante ahora es el impulso de la actividad económica, y la ‘receta’ que se plantea es la plataforma logística de la A-3, que estaría situada en el municipio.

Este es otro de los aspectos de los que me siento orgulloso. Fue una legislatura muy difícil. Tuve la oportunidad de trabajar por un eje del Sureste, cuya idea nació en Arganda. De hecho, surge porque desde la Comunidad de Madrid y desde Europa determinan que tanto el Este como el Sur, por la crisis, se encuentran en una situación de dificultad y nosotros estamos en la ‘línea del sandwich’. Ni somos Este, ni somos Sur: somos el Sureste. El Sureste siempre abandonado por parte de todos los gobiernos, y entendimos que no podíamos seguir en esta situación. Afortunadamente, independientemente de que yo he tenido muy buena relación con los alcaldes de Rivas, tanto Fausto Fernández como José Masa, entró Pedro del Cura y empatizamos muy bien. Y con el empuje de Arganda, a la que Pedro del Cura reconoció el trabajo que habíamos realizado desde aquí encaminado a las infraestructuras y a nuestro polígono industrial, empezamos a trabajar juntos los dos grandes municipios del Sureste. Éramos capaces de entendernos dos gobiernos que puede decirse que éramos antítesis ideológica, con la voluntad de que el Sureste de Madrid creciera. Logramos trabajar en un documento donde diseñábamos cuáles eran las fuerzas que tenía Arganda y cuáles tenía Rivas, para complementarnos. El polígono de Rivas es un polígono de prestación de servicios fundamentalmente, y sin embargo Arganda es un polígono de producción, sobre todo en el ámbito metalúrgico. Así que trazamos sinergias entre los dos gobiernos, insisto, antagónicos en ideología, con un gran sentido municipalista. Se lo presentamos a los agentes sociales; de hecho esa reunión provocó que Asearco se instalase también en Rivas, y CCOO y UGT, con quienes también hemos trazado ese plan estratégico en Arganda y en Rivas Vaciamadrid. Nos unimos, nos fuimos a la Consejería de Economía y le presentamos un plan estratégico de lo que sería el Eje del Sureste. Y logramos firmar un documento con todos los municipios del Sureste de Madrid: todos se adhirieron y asumieron el compromiso de trabajar por el Sureste, teniendo claro que Rivas y Arganda aportaríamos la capacidad humana y los recursos, ya que los demás son  pueblos pequeñitos. Pero nosotros teníamos esa potencia. Logramos trabajar con Madrid Activa, que además de tener el Este y el Sur impulsó Activa Sureste.

¿Qué frutos ha dado aquel trabajo?

Hace poco, en Fitur ha habido un ‘stand’ conjunto del Sureste, gracias a los esfuerzos realizados en aquel tiempo. Así, cuando fui alcalde de este municipio, en vez de tener un enfrentamiento sano con el municipio de Rivas Vaciamadrid, logramos tener una unidad para trabajar sobre el Sureste, pivotando sobre nuestros dos municipios para todo el eje, entendiendo que esta zona es la entrada directa de la economía del transporte y la logística, por ser la vía de comunicación con el puerto de Madrid, que es Valencia. De hecho, estamos en un eje estratégico: durante muchos años ha habido una reserva de suelo para un aeropuerto, que es el de Campo Real. El impulso que se ha dado en una segunda fase a la plataforma logística ha venido determinado por mi presencia también en la Dirección General de Transportes; he inaugurado muchos centros de logística en el Henares, y entendía que era necesario poner en valor nuestro polígono. Lo importante era demostrar cómo administraciones con diferente ideología e intereses distintos eran capaces de ponerse de acuerdo. Hay una foto muy bonita en el puente, con la entonces viceconsejera de Economía, Fernando Bastarreche, el alcalde de Rivas, Pedro, yo mismo y todos los alcaldes que nos acompañaron en ese proyecto, en el que Arganda lideró como capital del Sureste, que lo es, y lo sigo manteniendo. Todas las infraestructuras del Estado se registran aquí; tenemos los juzgados, el hospital, el INEM, y hemos de mantener esa capitalidad, que de facto la ejerce Rivas por su número de habitantes y su perfil de ciudad moderna, pero la realidad es que Arganda mantiene la capitalidad por los recursos que tiene por parte de la Comunidad y del Estado. Y a pesar de la rivalidad sana ha habido colaboración, y me siento orgulloso.

Una de las condiciones para que se pueda instalar esa plataforma y se desarrolle la economía del Sureste es la demandada ampliación de la A-3 a tres carriles.

Ahora mismo hay suelo en superficies pequeñitas, pero el sistema productivo ha cambiado por completo y la logística es lo que impera en estos momentos; y tenemos la gran oportunidad de que no existe suelo de logística de ese tamaño en ningún otro municipio de la Comunidad, solamente en Arganda. Así, Arganda se convierte en un foco de atención. Estamos en un polo geoestratégico importante, pero por primera vez nos ponemos en el foco porque nadie tiene suelo en Madrid para una infraestructura de estas características. Hicimos una presentación con la empresa pública Suelo de Madrid, que tiene asignado ese proyecto; se hizo con la participación de muchos fondos de inversión y personas que buscan operadores de logística; se modificó el proyecto para adecuarlo a lo que piden los clientes. Ahora se está llamando a todos los propietarios para poner en marcha la junta de compensación, porque el tercer carril de la A-3 va ligado a la urbanización de esa zona. Nosotros hemos manifestado, y lo vuelvo a decir en esta legislatura, la necesidad que tiene Arganda de modificar su Plan General de Ordenación Urbana. Arganda tiene un plan del año 1999, estamos en 2020 y no tiene nada que ve aquella realidad con la de hoy. Es necesario que Arganda se modernice con este plan general, que debe tener dos vías: una en relación con eliminar unidades de ejecución que no se han desarrollado dentro del casco urbano para que sus propietarios puedan desarrollar ese suelo en la medida en que les permitan las ordenanzas, sin obligarles o castigarles con agravios que impiden su desarrollo. Y luego, el grueso económico para fomentar el polígono, que es de lo que sobrevive el municipio de Arganda, es cambiar el modelo del reparto del suelo. Independientemente del suelo de la plataforma logística, tenemos suelo pegado a la A-3 y a la R-3 al que podemos dar ese valor de logística y convertir nuestro polígono en un espacio atractivo para estas empresas productivas que compran mucho suelo y traen mucho empleo. Hay que reconvertirse, porque nadie viene a solicitar un suelo de mil metros cuadrados: el modelo se ha transformado por completo y Arganda se encuentra en una situación estratégica. Y el tercer carril es importantísimo también para nuestro vecino municipio de Rivas, donde se produce un embudo cada día, y permitirá desarrollar el eje del sureste. De esta forma se podrán hacer entregas de suelo para que se instalen, porque hemos perdido la oportunidad de varias empresas que se han ido a Velilla o a Rivas, como Sediasa, ya que en Arganda no teníamos suelo, y eso es por una falta de modificación del Plan General. Hemos perdido cuatro años de una legislatura en la que se han abandonado todos estos proyectos y no se ha tenido ningún interés por el polígono industrial; incluso los que venían a cambiar el cambio han mantenido todos los proyectos y todas las ayudas que el gobierno del PP dejó en aquel entonces; se han beneficiado de las inversiones del PP a lo largo de 10 años y no ha habido ninguna inversión nueva. Es un modelo de izquierda y sucedió igual en el Ayuntamiento de Madrid: aquí presupuestábamos todos los años entre 6 y 11 millones en inversiones, y durante varios años si se han presupuestado cien millones en inversión no se han ejecutado más que dos. Por tanto, quiere decir que en estos cuatro años el municipio de Arganda se ha quedado estancado, tanto en las inversiones propias de mejora de las instalaciones existentes como ofertar a los ciudadanos que vienen de otros lugares cosas nuevas porque no hemos hecho ni una sola inversión.

El Gobierno municipal hace hincapié en la deuda heredada del municipio, que ha rebajado en los últimos años.

Cuando yo entré como alcalde, el Ayuntamiento de Arganda no había aprobado cuentas desde 1991, es decir, no cumplía con la obligación que marca la ley de aprobar las cuentas ni los presupuestos. Yo he sido el único alcalde en el único gobierno que sí ha aprobado los presupuestos a su tiempo, es decir, antes de finalizar el año del presupuesto en curso, aprobando también las cuentas generales, siempre antes de finalizar su ejecución. De hecho fue un compromiso que adquirimos con el Tribunal de Cuentas, puesto que estábamos en una situación de desamparo. Habíamos hecho muchas inversiones, incluso con los gobiernos del PP, y tampoco se había presentado esas cuentas como transparencia en la administración. Me encontré con esa crisis administrativa, que fue la de ordenar y organizar toda esa parte de Hacienda: de hecho, para dar una idea de cómo nos encontrábamos, llegué a inhabilitar a una interventora, dada la situación de descalabro económico y desorganización administrativa. Me lo tomé muy en serio y mantuve conversaciones con varias personas, entre ellas Manuel Pizarro, persona de reconocido prestigio, para ver cómo podía salir de esa situación; José Folgado, que fue presidente de Red Eléctrica y alcalde de Tres Cantos, además de secretario de Estado de Economía, sobre cómo podíamos abordar esa situación y poner en orden la cuestión administrativa y de la deuda, que era mucha. Era deuda determinada por las infraestructuras que se habían hecho en el municipio de Arganda. Estamos hablando de unos 81 millones de euros, porque lo que ha ocurrido en estos años es que se ha amortizado la deuda corriente. El Ayuntamiento no solo tenía la deuda de 81 millones de ICO, de los créditos a los que acudimos para pagar facturas guardadas en los cajones. Todas las facturas que están guardadas en el cajón, y no reconocidas por Intervención, son facturas no pagadas. Estamos hablando de facturas no pagadas por falta de tesorería, cosa que ocurría en los ayuntamientos en general y, en concreto, en Arganda. Nosotros formalizamos el crédito ICO y, cuando dejé de ser alcalde, la deuda estaba en 102 millones. Lo que se está pagando estos cuatro últimos años, y se sigue pagando, es la deuda corriente de los préstamos que se tenía con anterioridad. Cuando se habla de auditorías, la interventora es la que te hace la auditoría de las cuentas, y luego además pasamos por el Tribunal de Cuentas; estamos todos sometidos a esas cuestiones de legalidad que te dicen dónde te has dejado el dinero, lo que has pagado y qué cosas hacías. A través de la petición de que nos auditara el Tribunal de Cuentas nos dijeron qué protocolo debíamos seguir para mejorar las cuentas. Durante estos cuatro años de gobierno de coalición, primero, y ahora el gobierno socialista de mayoría absoluta, del dinero de las infraestructuras no se ha pagado ni un solo euro. Es decir, se ha ido aprobando, ya que el Estado ha ido dando la posibilidad para ello, que se demore el pago de la deuda, y se puede empezar a pagar para el año 2025. Es decir, Arganda está pagando el corriente y los intereses de esa deuda, pero no hemos liquidado deuda, ni un solo euro. Estamos a punto de terminar préstamos que el ayuntamiento había solicitado. Yo, como alcalde, no tuve la oportunidad de firmar ni un solo préstamo: cero. No pude porque la situación del Ayuntamiento de Arganda del Rey no me daba la posibilidad de que me financiara ninguna entidad bancaria. Solamente nos otorgaron los préstamos de los ICO, en Arganda y en los 8000 municipios restantes. Durante el Gobierno de Zapatero se hizo el plan E, que lo que hizo fue generar más deuda, y con el PP, a través de la formalización de ICO, se determinó pagar las infraestructuras que se tenían. Arganda sacó todo, hizo un paquete, pidió un préstamo ICO con unas condiciones buenísimas que ahora han mejorado todavía más, pero esa deuda no se ha pagado: sigue pendiente, íntegramente, y no se va a empezar a pagar hasta el año 2025. Ahora solo se pagan intereses. Eso le da al Ayuntamiento de Arganda del Rey una liquidez tremenda. La realidad es que la deuda global del ayuntamiento, cuando dejamos firmado el traspaso, era de 102 millones: deuda corriente, deuda comercial y deuda del ICO. El endeudamiento no es malo: yo tengo un préstamo hipotecario porque estoy pagando mi casa. La ciudad deportiva se inauguró en 1999 y yo como alcalde seguí pagando la ciudad deportiva. De 1999 a 2003 no pagaron ni un duro de la ciudad deportiva y yo he sufrido cortes de luz en colegios y calles porque no se había pagado. La deuda de recogida de residuos sólidos urbanos hubo que traspasarla a la empresa municipal, porque eran más de 14 millones de euros. Yo, como alcalde, pagué el instituto de Arganda, el Grande Covián, que se hizo durante el Gobierno socialista; yo como alcalde pagué una sentencia de 1986, de recogida de limpieza. Y a pesar de esa situación de crisis tan importante, durante los seis años de mi gobierno se hicieron infraestructuras muy importantes, que la gente está disfrutando.

Pablo Rodríguez Sardinero

Pablo Rodríguez Sardinero (©Diario de Arganda)

Estos días se ha producido una polémica relacionada con las últimas oposiciones a Policía Local en Arganda del Rey. Desde su partido lanzaron un comunicado en el que cuestionaban la contratación de la empresa que realizó las pruebas…

Nuestro interés es que se determine cuál ha sido el motivo de la adjudicación ‘a dedo’ de la empresa que ha trabajado en los exámenes. En el Pleno solicitamos una información que no nos dieron, y ahora nos encontramos a la espera de que nos la faciliten. Creemos que esta contratación no se ha hecho con toda la transparencia que debería. Una vez que veamos el expediente de contratación, podremos valorarlo. En cuanto a la selección de los candidatos, no tenemos pruebas de que haya habido irregularidades, aunque nos puedan extrañar los resultados.

El Hospital del Sureste ha vuelto a colapsarse, y hay una ampliación anunciada por la Comunidad que lleva ya un retraso de varios años.

2017 era el año de la ampliación del Hospital del Sureste según el cronograma de desarrollo del hospital, De hecho, el PP, a instancias del Grupo Municipal Popular de Arganda, en la legislatura pasada aunó las voluntades de todos los ayuntamientos donde gobernábamos y los portavoces de aquellos donde no gobernábamos e hicimos un par de reuniones con el consejero de Sanidad, adelantándonos,porque Rivas tiene otra guerra particular. Al final el hospital de Rivas es el hospital de Arganda; se ha visto en el número de usuarios de Rivas que acuden aquí en vez de dirigirse al Gregorio Marañón o al Virgen de la Torre, tal y como se pensaba en un principio. El hecho es que vienen a Arganda, y la saturación se produce por falta de previsión, porque se pensaba que Rivas iba a optar por irse hacia Madrid. Es verdad que había planes de ampliación desde la legislatura pasada, y yo me sumo a la petición del Gobierno municipal para que la Comunidad de Madrid inicie las obras de ampliación. A nosotros nos van a tener siempre para pedir que se acondicione esta infraestructura, que se abra la cuarta planta, se amplíen dos quirófanos más, urgencias pediátricas de infantil, eliminar la parte del tanatorio que actualmente no tiene uso… Todo eso está diseñado y planteado y lo que hay que hacer es sentarse con el consejero de Sanidad para cerrar un plan de inversiones, que son muy sencillas y de ejecución inmediata por parte de la empresa que lleva la administración de mantenimiento del hospital. Lo que tiene que hacer el alcalde de Arganda es solicitar una reunión urgente con la presidenta, que la tiene que tener, pero también bajar al fango y verse con el consejero, que es quien tiene que impulsar este proyecto. Yo, que he estudiado con los franciscanos, creo que esto es de martillo pilón: con quien tiene que ejecutar es con quien te tienes que reunir, porque la presidenta hablará y ejercerá la presión suficiente, pero aquí hay que batallar con el consejero, que por cierto ha venido varias veces, la última hace apenas unas semanas.

Queda pendiente una demanda importante, la del instituto.

Ha habido una falta de diligencia y una negligencia por parte del Ayuntamiento de Arganda del Rey. Desde que el alcalde a través de Twitter anunció en 2016 que Arganda iba a tener un instituto, hasta que se puso la parcela a disposición de la Comunidad de Madrid, fue en octubre de 2019. No se puede vender humo en redes sociales, sobre todo porque generas expectativas. Desde el PP, estando en la oposición, tuvimos que liderar esa petición. Tuvimos al consejero Van Grieken hablando de ese mismo asunto en nuestra sede, hubo familias a las que invitamos de las AMPAS de los colegios públicos, y potenciamos una ampliación de seis aulas en el Instituto El Carrascal, con lo que se garantizó la escolarización del alumnado. Lo que lógicamente hemos pedido al Ayuntamiento durante meses tanto en el Consejo Escolar como en el Pleno es que pongan los terrenos a disposición no de Patrimonio, sino de la Consejería de Educación, ya que una vez que lo tienen es cuando se pueden inciir los trámites. De hecho en estos momentos, en Diario de Arganda habéis publicado la noticia de la adjudicación de la primera fase del instituto, y que el Ayuntamiento diga que no conocía este hecho demuestra la falta de diligencia y de observación de esos asuntos tan importantes para la ciudadanía argandeña. Porque, independientemente de que se necesite la infraestructura, los alcaldes y los concejales tenemos que apostar por que haya más infraestructuras, y si encima estamos hablando de una infraestructura educativa, tienes que apostar por que exista. Ya se llenará de niños: tenemos la oportunidad de resolver un problema antes de que exista, igual que el hospital. Yo tuve la oportunidad de hablar con el director de Infraestructuras Educativas, igual que hice a raíz de la noticia de vuestro diario, y no hay una petición de reunión con su departamento por parte de nadie de este ayuntamiento. Una vez que pones a disposición el suelo, la Comunidad de Madrid puede ir haciendo su cronograma. Insisto: no hay ni una sola petición desde que salió este Gobierno de mayoría absoluta ni a la Consejería de Educación para abordar este tema.

Otra de las peticiones es la del Metro, no solo el arreglo de la rotonda cerrada desde las riadas, sino también la mejora del servicio.

En la anterior legislatura estuve en la Dirección General de Transportes y solicité a la Consejería de Transportes la ampliación del horario de Metro en igualdad de condiciones que el resto de la red, y así se hizo: el Metro de Rivas y el Metro de Arganda del Rey tienen las mismas condiciones que el resto de la red, porque tuve la oportunidad de estar en el sitio adecuado en un momento determinado. Se hizo una importante inversión en el mantenimiento de la infraestructura en 2018, por parte de la Consejería de Transportes, y además se hizo el compromiso de poner un vagón más, para pasar de dos a tres, que creo que está, o al menos yo lo he visto.

Numerosas personas que utilizan la Línea 9b en hora punta aseguran que esta promesa no se cumple y que muchos trenes siguen llegando con dos vagones…

Yo en hora punta lo he visto, comprobado físicamente: hay horarios en los que en el Metro íbamos un par de personas, en un convoy de tres, vacío durante muchas horas. Las franjas horarias de más afluencia están estudiadas por el Consorcio de Transportes. Lo que nos corresponde reclamar ahora desde Arganda es el precio, para que se equipare con el resto de la red. Lógicamente, también la reparación y el mantenimiento después de los desprendimientos en algunas zonas del Metro tras las riadas del 26 de agosto. Hay que terminar esas tareas de mantenimiento con carácter urgente, ya que tener esos desperfectos y esa rotonda cortada hacen un gran trastorno a los barrios. Insisto: es una cuestión no de petición, sino de trasladarse a Madrid, sentarse en la puerta del despacho del consejero, y hasta que te atienda. Es una situación de extrema necesidad porque perjudica el bienestar no solo de dos barrios argandeños, sino del resto de los que transitamos por allí de manera habitual. Además, se realizó una importante obra tras los problemas que hubo años atrás de paralización de la red y de distintos fallos; en estos momentos aquellos problemas están solventados.

¿Qué valoración hace de la situación actual del municipio?

Acabamos de pasar cuatro años sin pena ni gloria. No se puede dedicar uno durante toda una legislatura a decir que va a bajar la deuda, porque no es real; y en la situación de crisis que yo encontré, además de solventar la crisis, hicimos ayudas para las familias e inversiones. No se puede dejar de invertir en el municipio. Y nosotros hacemos hincapié en esa falta de inversiones, y hace falta que Arganda siga siendo una ciudad referente en la Comunidad de Madrid. Es importante mantener la inversión, hacer un plan de rehabilitación de nuestro polígono industrial, que es un plan estratégico para los empresarios y para ser un foco de atracción. En estos cuatro años, el empresario se ha encontrado solo ante el peligro con una administración que ha ayudado poco, donde las trabas burocráticas siguen siendo importantes y se podría agilizar mucho más la concesión de licencias. Un empresario no puede estar meses sin licencia: la gente se marcha. Estamos perdiendo oportunidades de oro. Seguimos sin una infraestructura hidráulica que hemos visto que es de gran necesidad en el municipio, que está en estudio y estaremos vigilantes para que no ocurran las inundaciones de la legislatura pasada. No es responsabilidad del Ayuntamiento esa infraestructura hidráulica; que depende del Canal de Isabel II, pero sí el mantenimiento. Hay una batería de actuaciones que tenían que haberse hecho, y siguen sin hacerse. Estaremos muy encima del desarrollo del Plan General, que es la piedra angular para esas inversiones que se deben ejecutar en el polígono industrial y esas inversiones que necesitamos; y Arganda debe recuperar la capitalidad del Sureste y liderar este territorio como polo de atracción. Esta visión territorial nos da mucho más valor que si solo lo estamos luchando desde un municipio; es más importante la totalidad. Arganda tiene 58.000 habitantes y en total en el Sureste somos 200.000; lógicamente, tenemos que estar en esa lucha.

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